Uso y función

Buckingham House in St. James Park
John Ryall , Golden Lion , Fleet Street
1753
Originalmente concebido como terreno real de caza, St. James’s Park adquirió desde mediados del siglo XVII una función más abierta, aunque aún restringida a ciertos sectores sociales. Con la Restauración, el parque se convirtió en un espacio de recreo aristocrático, en el que pasear, observar y ser observado formaba parte de los rituales de sociabilidad urbana. La apertura del parque al público —limitada al inicio, más generalizada en el siglo XVIII— lo transformó en un escenario privilegiado de la vida cortesana, ceremonial y cívica. La disposición de caminos rectos, alineaciones de árboles, senderos bordeados y pasarelas elevadas muestra cómo el diseño del paisaje también participa en esa construcción simbólica del poder. Lejos de ser un vacío neutro, el parque está cuidadosamente organizado para enmarcar vistas, orientar circulaciones y jerarquizar recorridos.
Este uso del parque se relaciona directamente con la parcelación de los terrenos adyacentes, Era un lugar donde se comentaban las noticias, se hacían contactos y se reproducían jerarquías sociales mediante el comportamiento, la vestimenta y el lenguaje corporal.

The Mall in St. James Park
Robert Sayer , Henry Overton (II), William Henry Toms
1700
La representación visual del paseo central del parque, como se observa en la imagen de “The Mall, St James’s Park”, refuerza esta idea: todas las figuras retratadas pertenecen a la aristocracia, reconocibles por su vestimenta y modales. En las ilustraciones superiores se observa cómo el parque se convierte en una pasarela, casi teatral, donde la circulación es parte del espectáculo. Las figuras aparecen vestidas con ropa lujosa, caminando en senderos definidos y flanqueados por alineaciones de árboles que enmarcan visualmente el recorrido y dirigen la mirada hacia edificios emblemáticos en el fondo (como Buckingham House o Whitehall), subrayando la conexión simbólica entre naturaleza domesticada y poder institucional. Lejos de ser un espacio de recreación universal, el parque funcionaba como un escenario urbano del poder, donde circular era en sí mismo un acto simbólico. Esta imagen ilustra cómo el espacio público podía funcionar como un teatro al aire libre, en el que se ponían en escena las jerarquías y se sostenía el orden social a través de la visibilidad.
Si bien St James’s Square seguía siendo un espacio con cierta visibilidad social y vínculos con las élites cortesanas, su estructura espacial ya anticipaba una domesticación del espacio urbano más marcada. Este camino se profundiza aún más en Bloomsbury Square, donde el uso se vuelve casi exclusivamente residencial y el jardín central se transforma en un ámbito privado para los habitantes del perímetro. Esta transformación en la función se traduce directamente en la morfología de la square, cuyo diseño responde a lógicas de contención, aislamiento y control. En los próximos ejes, se abordará cómo estas intenciones se expresan en la configuración de Bloomsbury Square.