Relación con la arquitectura circundante

Bloomsbury Square

Bloomsbury Square
La relación con la arquitectura circundante refuerza aún más esta concepción de espacio controlado y prestigioso. Las edificaciones que rodeaban Bloomsbury Square eran townhouses de estilo georgiano temprano, caracterizadas por su regularidad compositiva, el uso de ladrillo visto y una modulación vertical de las ventanas que aportaba ritmo y continuidad al frente edilicio. Todas las viviendas estaban orientadas hacia el jardín, estableciendo una fuerte conexión visual entre el espacio verde y el entorno construido.
Esta disposición favorecía una percepción del jardín como una prolongación del espacio doméstico, pero a escala urbana. Además, la presencia de rejas de hierro forjado y accesos limitados acentuaba la separación entre la calle pública y el espacio interno de la square, marcando una transición gradual entre el ámbito urbano general y el espacio residencial privado.
Esta configuración reforzaba la idea del jardín como un espacio semiprivado, casi como un patio común de uso exclusivo para los residentes que vivían en torno a él. Aunque visible desde el exterior, el acceso estaba restringido y mediado por rejas y barreras físicas, lo que contribuía a consolidar su carácter íntimo y protegido. En este sentido, Bloomsbury Square no solo ofrecía una mejora ambiental para los vecinos, sino que funcionaba también como una extensión simbólica de sus hogares, un espacio intermedio entre lo público y lo doméstico.
“La hilera de casas adosadas del lado este […] fue reemplazada por un edificio comercial […]. En cambio, el lado occidental conserva su escala original, al igual que el lado norte, que fue la última de las ‘terraces’ en construirse.”
- Morris
La imagen muestra claramente la configuración original de Bloomsbury Square, con sus bordes definidos por hileras de townhouses georgianas que enmarcan el espacio central con regularidad y coherencia. Esta disposición, como se observa en la vista aérea, refuerza la relación entre el jardín central y el entorno construido, integrando el espacio verde como una extensión del ámbito doméstico.
La cita refuerza esta lectura al señalar cómo ciertos sectores conservaron su escala original, mientras otros —como el lado este— fueron alterados con edificaciones de mayor escala, rompiendo esa armonía compositiva. Así, la arquitectura circundante no solo construyó la forma de la plaza, sino también su función y prestigio como espacio residencial ordenado, donde el diseño urbano reflejaba jerarquías sociales y control visual sobre el espacio compartido.